Remedios Para Los Pulmones

De una buena respiración depende la parte más importante de la nutrición y de ella se deriva un riego sanguíneo normal de los órganos y tejidos de todo el cuerpo.

Existe sobrecarga de los pulmones cuando la persona tiene las fosas nasales congestionadas, respira con dificultad, tiene necesidad de sonarse la nariz continuamente, fluye mucosidad cuando se inclina hacia delante con la cabeza hacia abajo, mantiene con la boca abierta para ayudar en la respiración, hay tos catarro y ante el menor esfuerzo, la persona queda sin aire.

Existen muchas hierbas que son expectorantes, fluidifican la mucosidad y facilitan su expulsión. Además tienen poder antiséptico ayudando a aliviar el trabajo pulmonar.

Entre las hierbas más comunes están el eucalipto, orégano,  tomillo, llantén, consuelda, jengibre, tusilago y borraja  

Se recomienda utilizar estas plantas en vaporizaciones o inhalaciones de vapor y también tomarlas como infusión, aunque en el caso del eucalipto es mejor evitar tomar la infusión debido a su alto contenido en arsénico (es uno de los vegetales que más lo concentra)

Se recomienda consumir alimentos como el limon, la cebolla, los higos, el berro y la miel de abeja ya que estimulan la expectoración.

El ajo crudo es un gran protector de los pulmones, es un gran expectorante, y es excelente en casos de bronquitis. Ayuda a fortificar las mucosas, dar flexibilidad a los anillos respiratorios y destruir los residuos venenosos en sus filamentos

Se deben eliminar los alimentos que son productores de mucosidad como los lácteos, el gluten y las carnes procesadas.

El propóleo, es excelente para proteger las vías respiratorias, se destacan sus propiedades antisépticas, antibacterianas, antiinflamatorias, antituberculosas, antioxidantes y antivirales.

Otro mecanismo que estimula el drenaje pulmonar, es alguna práctica física enérgica que genere jadeo como trotar, hacer gimnasia, etc.

Para las personas que no pueden hacer ejercicio se sugiere un método casero y sencillo para reeducar la respiración y estimular la circulación. Requiere una botella de litro y una manguerita de 5 mm de diámetro interno. Se llena con agua un tercio de la botella e introduciendo la manguera en el fondo, se realizan respiraciones profundas, soplando a través de ella, para vencer la resistencia del agua. Gradualmente se puede llegar a tres sesiones diarias de hasta 20 respiraciones.
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