La bardana depura la sangre, su efecto es muy diurético. Es capaz de expulsar gran cantidad de orina y sustancias extrañas.
Las hojas y brotes tiernos de la planta pueden comerse crudos o se emplean para la preparación de sopas y otras comidas saludables.
La tisana de bardana cura las digestiones difíciles y débiles, catarros del estómago e intestinos, gases, gastritis, y es un excelente remedio contra los abscesos en el estómago, reumatismo, gota, herpes, granos, afecciones de la piel de todas clases, enfermedades venéreas, llagas, caída del cabello,
escrófula, hidropesía, enfermedades del hígado, riñones y vejiga, cólicos nefríticos, cólicos hepáticos, sarna, eczema, comezón, forúnculos, sarpullidos, urticaria, bronquitis, enfermedades cardíacas, tumores, estreñimiento, etc.
Para su preparación en cocimiento se utiliza un litro de agua y se agrega 20 gramos de planta. Se toma de esta tisana, dos o tres tacitas diariamente.
En uso externo se emplea para lociones, compresas y para agregar a los baños.
Las hojas pueden ser aplicadas frescas o secas sobre afecciones de la piel, heridas, partes doloridas y también en caso de reumatismo o gota; en casos de aftas y otras afecciones de la boca, se dejan por algún tiempo en la boca.
Para curar las afecciones de boca y garganta se realizan enjuagues con la tisana preparada con las hojas, también cura labios hinchados o partidos, ampollas, escoriaciones, etc.
La raiz de bardana, que es un contraveneno, es eficaz contra el envenenamiento de mercurio tomada como tisana (en cocimiento).
Es muy efectiva en tratamientos para el crecimiento del cabello, lavando a menudo la cabeza y friccionándola con este cocimiento.
En casos de calvicie debe friccionarse el cuero cabelludo con aceite de raíz de bardana.
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