El aceite de manzanilla es muy utilizado externamente para curar problemas de la piel como eczemas, irritaciones, rojeces, ulceraciones, piel con resequedad excesiva y/o agrietada.
Gracias a sus propiedades antiinflamatorias, tranquilizantes y relajantes se utiliza externamente también para masajes en casos de artrosis, dolores de pecho, ciática, hinchazones, reumatismo, dolores de las articulaciones, dolores de espalda, quemaduras de sol, pies cansados, golpes, calambres.
Para prepararlo en casa, se utiliza aceite de oliva extra virgen de primera extracción en frio o un buen aceite vegetal como el aceite de almendras dulces o de semillas de uva.
En un frasco de vidrio transparente, el cual se debe esterilizar previamente, se agrega una buena cantidad de flores de manzanilla, y se le agrega luego el aceite en la misma proporcion hasta que la manzanilla quede completamente cubierta. Se revuelve manualmente por unos pocos minutos, se tapa y se expone al sol durante 15 días. El frasco debe ser transparente para que el sol penetre bien y obtener un aceite de muy buena calidad, pasado los 15 días de maceración se cuela para que no quede ningún rastro de la planta, se guarda en un frasco de vidrio y está listo para ser utilizado
En casos de bronquitis, tos, o resfriado se puede calentar un poco el aceite de manzanilla y aplicarlo sobre el pecho y la espalda antes de dormir para ayudar a aliviar y dormir plácidamente.
De la misma manera que preparamos este macerado podemos preparar aceites con diferentes plantas medicinales y obtener sus innumerables beneficios para la curación de diferentes afecciones de acuerdo a la planta utilizada.
Lo importante es usar un buen aceite vegetal sin refinar, también es importante que el frasco que se use para la maceración este esterilizado.
En el caso de las flores el tiempo de maceración al sol es de 15 días, en casos de tallos u hojas es preferible que la maceración al sol se haga por 21 días
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