La papa o patata constituye un alimento rico en energía, fácil de digerir, que aumenta la eliminación de orina, ayuda a sanar heridas y es eficaz contra la artritis, la gastritis, la ulcera péptica y la obesidad.
La papa es un alimento basificante (neutralizador de la acidez) por lo que combate la
acidez de la sangre y del organismo en general.
Además de ser un alimento rico en bases, contiene abundante fécula y algo de albúmina especial, de fácil digestión y gran calidad. Contiene vitamina C y algo de vitaminas A y B, así como principios minerales, pero éstos suelen perderse en la forma que se cocinan corrientemente. En parte, esto puede evitarse lavando bien las papas para quitarles el barro, sin pelarlas ni cortarlas, poniendolas al fuego con la cantidad de agua justamente necesaria para cubrirlas. Se procura que no dejen de hervir hasta estar completamente cocidas y se pelan antes de que se enfríen. Si se pelan y cortan, deberán cocinarse
con muy poca agua, aprovechándola después para hacer sopas, por ejemplo.
Para consumirlas crudas se rallan bien y se mezclan con un poco de miel; de este modo adquieren un sabor agradable. Su efecto curativo es bien notable cuando se toma cruda, tiene la excelente propiedad de combatir la acidez estomacal y curar la gastritis. Es un buen calmante de los dolores de estómago, además, cura enfermedades del intestino.
Conviene a los enfermos de colitis, enfermedades del hígado y del riñón, se utiliza en la curación de gota y reumatismo ya que disuelve el ácido úrico.
Es recomendable tomar de vez en cuando el jugo crudo de patatas (debe incluirse la cascara), el cual va muy bien cuando se hace una cura en ayuno.
El zumo de papa disuelto en zumo de zanahoria se recomienda como diurético y contra la obesidad ya que ayuda a controlar el apetito
El agua de papa contribuye a la disolución y expulsión de las sustancias venenosas contenidas en el aparato digestivo.
La patata cruda rallada se recomienda en forma de cataplasmas para quemaduras solares, se coloca sobre la parte afectada 2 o 3 veces diarias..
Las papas germinadas o verdes no deben usarse por su alta toxicidad, pues pueden ser venenosas.
Las patatas fritas, si bien son muy sabrosas, tienen el inconveniente de absorber demasiada grasa, lo que hace la digestión más lenta y difícil, especialmente en personas de estómago delicado. Esto es debido,
en gran parte, al aceite refrito que es muy indigesto.
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