Los esparragos tiene propiedades diuréticas y sedativas. Depuran la sangre, combaten la hidropesía y son útiles en las
enfermedades del corazón, palpitaciones, obesidad, dilatación del hígado, dificultad de orinar, gota, etc.
Por sus propiedades diuréticas resultan útiles cuando hay retención de líquido (hinchazones, agua en
el vientre, etc) No debe usarse en casos de inflamación de las vías urinarias.
El nutriente más valioso de los espárragos es un alcaloide llamado asparagina, cuyas propiedades se destruyen casi por completo con la cocción. La asparagina estimula el funcionamiento de los riñones y los intestinos, además de actuar como un poderoso diurético, relajar el sistema nervioso y contribuir a la desintoxicación de la sangre. Este alcaloide es el que provoca el oscurecimiento y el olor intenso de la orina de quienes consumen estos vegetales en gran cantidad.
Los espárragos también representan una valiosa fuente de beta caroteno, vitamina C, potasio y bioflavonoides. Estos últimos, junto con la vitamina C, fortalecen los capilares y reducen la frecuencia de las hemorragias de encías y trastornos afines.
Forma de Uso:
Estos vegetales se conservan muy pocos días en la nevera. Se puede obtener su zumo con la ayuda de un extractor, el cual se puede mezclar con zumo de zanahoria y apio.
En cocimiento se prepara de 30 a 50 gramos de raíces en un litro de agua y se toman diariamente dos o tres tazas. También puede utilizarse la parte comestible para el cocimiento en lugar de las
raíces. En ese caso se cocina 150g de tallos (puntas) en un litro de agua.
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