Los pepinos son una excelente fuente de potasio, azufre y magnesio, así como de cloro y silicio. Este último elemento, además de ser útil para quienes padecen tendinitis, rejuvenece los músculos proporcionando elasticidad a las células de la piel, lo que resulta excelente para el cutis.
Tiene propiedades diuréticas, combate el estreñimiento y ayuda a reducir el nivel de azúcar en la sangre, neutraliza la acidez del estómago, de la sangre y de la orina; es laxante, combate las inflamaciones de estómago e intestinos, siendo muy útil en la úlcera de estómago.
Los enfermos de las vías urinarias deben usarlos con la mayor prudencia, pues los pepinos irritan este aparato; los personas con problemas de prostata deben de abstenerse de comer pepinos.
El zumo de pepino, ya sea puro o combinado con zumo de espinacas, lechuga y zanahoria, no sólo es delicioso sino que también estimula el crecimiento de las uñas y del cabello y evita la caída de este último.
En uso externo, Las rodajas pueden emplearse también para refrescar y humectar la piel.
Las cascaras que no se comen se pueden aprovechar para tratar la piel, friccionando con ellas las manos y el cutis
Además se pueden utilizar para agregarlas al agua con que se lava la cara, las manos o para el baño de todo el cuerpo. Si se desea, se puede verter en ella también el jugo de pepinos
Para el buen funcionamiento del cuerpo y de todos sus organos es de gran importancia el jugo de pepino.
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