Nuestra sangre necesita constantemente hierro. El hierro es un componente fundamental de la hemoglobina y es considerado como micronutriente ya que nuestro organismo requiere pequeñas cantidades las cuales pueden obtenerse con una alimentación equilibrada.
Entre las muchas enfermedades que padecen las personas faltas de hierro, figura especialmente la anemia y la ictericia. No olvidemos que al hierro corresponde la misión de transportar una parte del oxígeno que los pulmones reciben al aspirar el aire.
Según el Dr. Riedlin "El hierro puede transformar las peligrosas sustancias del agua azufrada que se forman en los intestinos, en sulfato de hierro no venenoso. Por tener esta gran virtud, desempeña un importantísimo papel en el tratamiento de las enfermedades de la sangre. Las sustancias del agua azufrada, que resulta de pútridos residuos en los intestinos, entran en la corriente sanguínea, lo cual es una de las causas principales de los dolores de cabeza, malestares, cansancio, falta de apetito y palpitaciones del corazón, síntomas que se manifiestan especialmente en la palidez y en la anemia.
Las plantas especialmente ricas en Hierro son las siguientes: la ortiga, diente de león, las hojas de nogal, las hojas de zarzamora, las flores de tusilago, el hinojo, el toronjil , la menta, la Remolacha, el anís, las espinacas, las acelgas, el Tomillo, la lechuga , el romero etc.
Las siguientes granos, verduras y frutas son ricas en hierro: las lentejas, la zanahoria, la avena , el trigo, el arroz integral, el centeno, la manzana, la cereza, el limón, la naranja, la mandarina, el pomelo, la lima, la ciruela, la uva, la pera, el melocotón, la grosella, la mora, la guayaba, el banano, las nueces, las avellanas, las almendras.
Alimentos como la vitamina C y la fructosa estimulan la absorción del hierro.
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